Trabajar sobre las políticas sociales en el contexto europeo y español en estos momentos deja un sabor amargo. Eso me han comentado los/as estudiantes. Parece que todo se derrumba, que los avances en la construcción de los pilares básicos del Estado de Bienestar se detienen, que hay cambio significativo en el sentido de las políticas sociales, que se dispara la pobreza, que no hay manos ni recursos suficientes para poder atender las necesidades de todas y todos y menos las de las personas más vulnerables. No es posible negar la evidencia, pero sí es posible mostrar otras. Creo que eso también lo hemos aprendido.
Hemos aprendido que quedarse de brazos cruzados no es una opción. Que en un contexto como el actual hay que formarse más y mejor, exigir rigor y calidad en el servicio, colaborar, comprometerse con la formación y con los procesos de enseñanza/aprendizaje...estudiar más, pedir más a los profesores y profesoras.
Cuando el desencanto se instala y es argumento para cuestionar la legitimidad y la eficiencia de los sistemas de protección social sólo faltaba que quienes están estudiando en la Universidad o sus profesores/as nos crucemos de brazos. El esfuerzo por aprender y enseñar más y mejor es la respuesta a estos tiempos desde el sistema educativo superior. ¿De brazos cruzados? No. De codos hincados, estudiando y preparándonos para ser mejores profesionales, ya sea del Trabajo Social o de la Educación.
En primer lugar, felicidades por el blog, estaré atento a siguientes post, me parece interesante lo que se dice, que no hay que quedarse de brazos cruzados, continuar formándose para ofrecer una mayor calidad de nuestros servicios.
ResponderEliminarOs cuento mi caso, a veces esa posibilidad el propio sistema te la arrebata, vivo en una localidad de 5000 habitantes, soy trabajador social (sin experiencia laboral, por lo que si salen ya pocas plazas, sin experiencia no quieren a nadie, pero ese no es el caso, el caso es que somos muchos los estudiantes que durante 3 años nuestros familiares se han sacrificado para que tuvieramos una formación, unos estudios, ... y con el panorama actual, no tenemos la posibilidad de estudiar un máster, o cualquier otra alternativa ¿imagínense los cursos de formación que se realizarán en una localidad de 5000 habitantes? NINGUNO, por tanto no me queda hacer otra cosa que cursos online y que a saber Dios si sirven de algo.
Por ello, yo creo que habría que llevar más allá y no quedarnos con los brazos cruzados en el sentido, de denunciar la situación de este país, tomar las calles y defender los derechos como ciudadanos, y los de nuestros futuros usuarios. Vivimos en una sociedad cada vez más individualista y debemos darnos cuenta que la sociedad crece cuando todos vamos hacía el mismo compás...
El panorama es desolador, la verdad sea dicha... pero yo me niego a pertenecer a un pueblo sumiso y dócil.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. La pasividad ante los hechos es la aceptación de una realidad que no sólo no nos gusta, sino que es claramente injusta.
ResponderEliminarNo hay que quedarse cruzados de brazos. La acción social colectiva es una de las dimensiones del procesos de cambio social en el que todos y todas, como personas, estamos inmersos. Y también es importante la acción social desde otros ámbitos de incidencia.
Por eso, como persona y ciudadano, emprendo diferentes acciones y actuaciones para ir cambiando desde las relaciones más cercanas hasta los elementos más estructurales. Y eso pasa también por mi trabajo. Hay que salir a la calle, sin duda. Pero también hay que salir al aula, al salón de casa, a la plaza del barrio con un cambio de actitud y de conducta que haga posible la construcción de una sociedad menos violenta en la que queramos vivir.
Muchas gracias por tu comentario y espero muchos más!!