Poner a las personas cuidadas y cuidadoras en el centro

No es tarea ni fácil ni sencilla poner en el centro de los contextos de la relación de ayuda a las personas. Tenemos varios retos, pero quizás el más inmediato sea la ruptura (sin traumas ni complejos) de los modelos biomédicos puros a la hora de entender la intervención social, la relación de ayuda profesional en el ámbito de la enfermería o atención psicológica, por ejemplo.




Una ruptura en la que reconocer la dimensión "biológica" de las personas no sea incompatible con otras cuestiones (sociales y humanísticas) que explican, precisamente nuestra también naturaleza social. Una bifurcación que está cada vez más presente en temas como, por ejemplo, los Modelos de Atención Integral Centrados en las Personas.

Partir del reconocimiento de que las personas no son objetos sino sujetos de su propia existencia (y de su vejez, sus discapacidades, sus dependencias) convierte a las personas en actores legítimos de su propia vida. Los profesionales de la salud, de la intervención social, de la enfermería acompañan entonces en estos procesos a los sujetos y actores reconociendo esa dimensión "humana" y autónoma (hasta donde se pueda llegar) de las personas.

Y en este marco se ha trabajado durante tres días en el Curso de Verano de la Universidad de Alicante "Cuidados según el modelo de atención integral centrado en la persona" organizado por Clarisa Ramos. La reflexión sobre modelos de gestión del "housing" de las personas mayores, el análisis crítico de las políticas y la necesidad de realizar un modelo inclusivo para todas las personas,  (y muchas otras cuestiones) han sido objeto de estudio y debate en el curso.

Yo destacaría la visibilización del binomio persona cuidadora-persona cuidada como parte de un mismo sistema y la necesidad de seguir investigando en esa dirección y con la perspectiva de centrar el trabajo en las personas como sujetos de su propia vida.





Hay mucho camino por recorrer, desde la revisión de los conceptos a su aplicabilidad inclusiva, pasando por los modelos de gestión y su implementación empresarial, si pensamos en las personas mayores y sus opciones de vivienda y hábitat. Tenemos muchos retos. Por suerte contamos con las ganas.

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