Las fronteras porosas de la exclusión social

Llevamos varios días en clase discutiendo sobre los conceptos de pobreza y exclusión social. Sesiones acompañadas de textos, referencias, material audiovisual de apoyo, de voces desde una y otra dirección (más académicas unas, más en la lógica de la intervención social profesional o no, otras) y tengo la impresión que cada vez profundizamos más en una brecha entre "nosotros" y "ellos":



Intentar verse en el espejo del "otro" es una parte del ejercicio. Pero se trata de algo más. Se trata de asumir que nuestras vidas pueden cambiar también a peor. Sí. La vida de los "normalizados", de quienes vemos y hablamos de los "otros" y los identificamos claramente. Los rasgos de los "otros" son evidentes, están claros. Sus procesos y sus dinámicas también. Pero ¿y los nuestros?. ¿No será que es muy difícil diferenciarnos?.

Es importante asumir que en nuestro ciclo vital, los cimientos sobre los que se sustenta una vida pretendida como "normal" son frágiles. ¿Qué hace que nos podamos sostener? Pues las diferentes instituciones y personas que, con distintas lógicas, nos ayudan en la construcción del bienestar personal y colectivo. Pero estamos todos ahí. Todos somos vulnerables, todos podemos estar transitarlo (incluso sin saberlo) por contextos sociales y/o personales que van a ir produciendo malestares presentes o futuros. Todos estamos ahí.


Creo que esta revisión conceptual es aboslutamente importante pero haciendo nuestros los significados, siendo conscientes de que siempre estamos caminando entre frágiles equilibrios. Y trabajar para fortalecer(NOS) día tras día.



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