De la lógica del "desarrollismo" a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Después de más de 70 años de "desarrollismo", con las consecuencias económicas ya bien conocidas en el largo plazo (polarización de las rentas, concentración de la riqueza, etc), no se puede negar el efecto tan postivo que tuvieron las políticas económicas y sociales para incrementar el bienestar y afianzar las clases medias en algunos países europeos. Se puede pensar que por motivos de justicia social o por motivos de consolidación de mercados de consumo interno (cada quien que haga su análisis) los sistemas de protección social públicos financiados con dinero procedente de las transferencias sociales (políticas fiscales, servicios sociales, etc) tuvieron un papel muy importante para hacer efectiva la redistribución de la riqueza   y la ampliación de los horizontes de las personas menos favorecidas. Sin embargo, en los momentos de crisis económica en los que los pilares del crecimiento se resienten (para los países, no tanto para algunas empresas) vuelve a retomarse el tema de la imposibilidad de financiar los sistemas de protección. social.


Creo que sigue habiendo una carrera enloquecida para formar parte del club de los países desarrollados. O por lo menos, eso parece cuando uno observa que en la lógica de las políticas económicas se trata de "crecer" para redistribuir aunque para ello se tenga que revisar el gasto público y en especial el gasto social. Esa carrera enloquecida para no ser "los otros", para poder seguir diciendo que somos "desarrollados" porque nuestra economía crece y no porque las personas puedan vivir satisfaciendo sus necesidades.



Sin duda alguna es importante que un país produzca bienes y servicios. Y que además se pueda monetarizar. Pero cuando planteamos que es insostenible el actual modelo productivo, la discusión se lleva a otro terreno. Quizás el enfoque de los derechos económicos, sociales y culturales, pacto firmado y ratificado por el Estado Español nos pueda ayudar a ubicar el debate en otros términos. Pues si bien es importante que el "crédito fluya" (unos de los mantras económicos modernos), no menos importante es el derecho "de toda persona a la seguridad social". (artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales). El enfoque desde los derechos pone en un compromiso a los Estados que los firman y los ratifican: cómo explicar los cambios en los principios rectores de las políticas cuando se pasa de las personas al crecimiento de las cifras.

En eso Estados Unidos presenta una política criticable, pero coherente: no comprometerse a lo que después no va a poder o querer hacer.




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