Creo que sigue habiendo una carrera enloquecida para formar parte del club de los países desarrollados. O por lo menos, eso parece cuando uno observa que en la lógica de las políticas económicas se trata de "crecer" para redistribuir aunque para ello se tenga que revisar el gasto público y en especial el gasto social. Esa carrera enloquecida para no ser "los otros", para poder seguir diciendo que somos "desarrollados" porque nuestra economía crece y no porque las personas puedan vivir satisfaciendo sus necesidades.
Sin duda alguna es importante que un país produzca bienes y servicios. Y que además se pueda monetarizar. Pero cuando planteamos que es insostenible el actual modelo productivo, la discusión se lleva a otro terreno. Quizás el enfoque de los derechos económicos, sociales y culturales, pacto firmado y ratificado por el Estado Español nos pueda ayudar a ubicar el debate en otros términos. Pues si bien es importante que el "crédito fluya" (unos de los mantras económicos modernos), no menos importante es el derecho "de toda persona a la seguridad social". (artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales). El enfoque desde los derechos pone en un compromiso a los Estados que los firman y los ratifican: cómo explicar los cambios en los principios rectores de las políticas cuando se pasa de las personas al crecimiento de las cifras.
En eso Estados Unidos presenta una política criticable, pero coherente: no comprometerse a lo que después no va a poder o querer hacer.
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